viernes, 26 de febrero de 2010

El paso de la Palabra

 Para avanzar en nuestra conversión es imprescindible hacerlo a través de la escucha de la Palabra de Dios. Una Biblia –abierta por el libro del Éxodo- te ayudará a sentirte peregrino en busca de la Tierra Prometida.

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Nuevo delegado episcopal de Juventud

02 Betfagé, Entrada de Jesús en Jerusalén (32)

D. Manuel Verdú Moreno, para todos MANOLO, fue elegido ayer tarde por nuestro obispo D. José Manuel como nuevo Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil. FELICICIDADES en este nuevo cargo al servicio de los jóvenes.

La foto corresponde a la Eucaristía presidida por él en Betfagé lugar de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

jueves, 25 de febrero de 2010

El paso del tiempo

 Estos 40 días son una etapa privilegiada para renovarnos interiormente. La paz y el recogimiento de una iglesia puede ayudarnos a modelar nuestras actitudes. Entra a una iglesia siempre que veas sus puertas abiertas.0042

miércoles, 24 de febrero de 2010

El paso de la conversión

 En cuantas ocasiones, cuando vamos a adquirir un producto, comprobamos algún defecto y solicitamos el cambio del mismo. También el Señor, en este tiempo cuaresmal, ante su pasión, muerte y Resurrección, nos pide corregir errores.IMG_0557

viernes, 19 de febrero de 2010

El paso de la caridad

Si Jesús hace tanto por nosotros, hemos de responder con la misma generosidad por alguien y con algo. La limosna, lejos de ser una bandera, es la consecuencia del que desea identificarse con Jesucristo.IMG_0424

jueves, 18 de febrero de 2010

El paso de la oración

Este tiempo es fundamental para llamar al teléfono del cielo. Es cuestión de utilizar la tarjeta de la oración y el listín de la Biblia. Además, aunque el beneficio es grande para el que llama, el coste económico es nulo. Todo lo paga Dios.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Los pasos de la cuaresma

PIE

EL PASO DEL DESIERTO

Hay que saber conquistar espacios de silencio y de reflexión. El alejarnos del ámbito, en el cual nos desenvolvemos todos los días, nos proporciona salud psíquica y un encuentro con nosotros mismos y con Dios.

martes, 16 de febrero de 2010

Ayuna

Ayuna de juzgar a otros;  busca el recto juicio

Ayuna de palabras ofensivas;piensa en frases comprensivas.
Ayuna de descontento; manifiesta gratitud.

Ayuna de enojos;llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo;
desborda de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones;llénate de confianza en Dios.

Ayuna de quejarte;demuestra aprecio por la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan;
haz una oración en calma.
Ayuna de amargura;ofrece tu perdón.

Ayuna de darte importancia a ti mismo;sé compasivo con los demás.

Ayuna de ansiedad sobre tus cosas;disfruta con lo poco que tienes
Ayuna de desaliento;
revive el entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos;
saborea las verdades que fundamentan tu fe
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús;busca todo lo que a Él te acerque

Ayuna del vacío que te invade;escucha y piensa Palabras de fe

Ayuna de la tristeza;alégrate por creer

Ayuna del egoísmo;llénate haciendo algo por los demás

Ayuna de la frialdad;confórtate con el calor de la oración

Ayuna de quedarte paralizado;ponte en camino: JESUS TE ESPERA EN LA PASCUA

Tiempo de Ceniza

En la antigüedad los penitentes cubrían su cabeza de ceniza y se colocaban en las puertas de los lugares públicos para mostrar su arrepentimiento y ganar la benevolencia de Dios…
Y aún hoy la puerta de entrada en la cuaresma es para nosotros el miércoles de ceniza. Y reproducimos, aunque sea de modo simbólico, aquel gesto, mientras se nos dice “conviértete y cree en el evangelio” (una vez dejado atrás aquel enunciado un poco más sombrío que era “recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”). Cuando uno es niño quizás le parece gracioso, chocante, hasta algo exótico eso de que te tiznen la frente con ceniza. Pero ya no somos niños. ¿Cómo encontrarle un sentido pleno a ese gesto? ¿Qué significado le damos hoy? ¿Qué palabra se nos propone?

1. Conviértete

Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.» (Lc 5, 31-32)

Vamos a buscar algunas expresiones un poco más provocadoras para entender eso de la conversión… Crece de una vez, si es que aún te mantienes en la eterna adolescencia de quien no sabe aceptar la vida en su complejidad. Ama a los otros, no a ti mismo (uno puede amarse a si mismo en los otros, y eso es muy peligroso y bastante estéril).
Aprende a mirar un poco más allá del horizonte habitual, para no quedar atrapado en jaulas de oro, y atrévete a soñar en un mundo mejor. Acepta que, para todo lo anterior, no eres tú el que está en control, sino Dios quien, dentro de uno, alienta esa conversión.


¿Qué siento que ha de cambiar en mí? ¿Cómo dejar que sea Dios el que tome las riendas de la propia conversión? (qué paradoja, ¿no?)

2. Y cree en el Evangelio

Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. (Mc 8, 35)

¿En qué creo? A veces no lo sé. Es fácil creer en la riqueza (pues, efectivamente, abre muchas puertas), en la belleza (tantas otras), en el éxito, la inteligencia, el aplauso, la oratoria brillante, las propias fuerzas, el trabajo bien hecho, la eficacia, la utilidad, el placer, el talento o la genialidad… Pero no basta.
Creer en el evangelio es darle la vuelta a las categorías habituales. Creer en la debilidad que se hace fuerte, en la derrota que no tiene la última palabra, en el amor que va más allá de la eficacia y la utilidad, en la palabra que, sin adornos, habla verdad. Es creer en un Dios crucificable. Y en una humanidad amable. Y eso no es fácil.


¿Qué es, para ti, creer en el evangelio? Intenta escribir hoy en qué crees.

jueves, 11 de febrero de 2010

Confirmaciones

El pasado sábado 6 de Febrero, 14 jóvenes de nuestra parroquia de Santa Bárbara: Antonio José, Daniel, Miguel, Juan, Juan Miguel, Rocío, David, Mª Dolores, Pedro Antonio, Victoria, María, Juan Virgil, José y Carlos, recibieron por manos del Obispo de nuestra diócesis D. José Manuel la plenitud del Espíritu Santo por el Sacramento de la Confirmación. Después de un intenso periodo de 4 años estos jóvenes deciden ser discípulos valientes para ser Testigos del amor de Dios.

Desde la parroquia os felicitamos y contamos con vosotros.

 

Domingo VI (Manos Unidas)