La falta de perdón es exponente de debilidad en la fe. El rencor, entre otras cosas, frena y condiciona nuestra felicidad. Levanta delante de nosotros muros que nos impiden ver a las personas como amigos o como hermanos.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Que cierto es francis, que paz queda cuando te reconcilias con los tuyos, con esas personas que siempre estuvieron a tu lado, y que por tu rencor, tu cobardia y tu egoismo las abandonas, las apartas de tu vida y las dejas de lado. Pero cuando te reconcilias con ellos....... de nuevo la paz vuelve a tu corazón y te encuentras con mas fuerzas para seguir adelante pese a quien pese.
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Que cierto es francis, que paz queda cuando te reconcilias con los tuyos, con esas personas que siempre estuvieron a tu lado, y que por tu rencor, tu cobardia y tu egoismo las abandonas, las apartas de tu vida y las dejas de lado. Pero cuando te reconcilias con ellos....... de nuevo la paz vuelve a tu corazón y te encuentras con mas fuerzas para seguir adelante pese a quien pese.
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